En Estados Unidos, Allison Rossett, profesora de Diseño Instruccional y Tecnologías Educativas de la Universidad Estatal de San Diego, se refirió a la implementación y utilización de la tecnología en las aulas, como “un arma de doble filo”, porque, por un lado se pueden crear y utilizar recursos enriquecedores que desarrollen habilidades y sean beneficiosos para el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes, pero a la vez, estos recursos pueden generar problemas y limitar los aprendizajes; esto dependerá de cómo se utilice. Para esto, lo fundamental es crear programas de e-learning integrados, con múltiples fuentes y formatos de información simultáneos, donde una vez implementado el diseño, será clave medir constantemente los resultados, para ir regulando los procesos e ir guiando y retroalimentando a los alumnos según sus necesidades e intereses.
Ante estos planteamientos surge la pregunta ¿Cuándo realizar estos cambios? Ante esto, Rossett señaló que hay que pasar de diseñar cursos a diseñar grandes sistemas de información, de tal manera, que al línea, cada individuo tiene el poder de decidir si utilizarlo o no, por lo que es fundamental planificar a conciencia, planteando objetivos claros y sólidos.
Ante estos planteamientos surge la pregunta ¿Cuándo realizar estos cambios? Ante esto, Rossett señaló que hay que pasar de diseñar cursos a diseñar grandes sistemas de información, de tal manera, que al línea, cada individuo tiene el poder de decidir si utilizarlo o no, por lo que es fundamental planificar a conciencia, planteando objetivos claros y sólidos.
Así, la profesora hizo hincapié en que la utilización de estos recursos "son el mejor camino para perfeccionarse en el mundo moderno", sin embargo, debemos estar conscientes de que deben ser bien aplicados para que funcionen.
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